sábado, 30 de octubre de 2010

EXPOSICION DE ARQUITECTURA: FÉLIX CANDELA

El pasado jueves 28 de octubre asistí a la exposición de arquitectura de Félix Candela, que se encontraba en el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), concretamente en la Sala de la Muralla, situada al exterior del museo. Esta exposición es conmemorativa del centenario del nacimiento de este conocido arquitecto, y recorre su vida, articulándose entorno a 21 maquetas de sus principales obras, divididas en arquitectura religiosa y arquitectura civil.
Félix Candela dejó huella en la arquitectura del siglo XX con las estructuras laminares de hormigón armado, conocidas popularmente como cascarones. Se le considera un precursor de la arquitectura sostenible por su compromiso de realizar obras económicas, duraderas y bellas. Elaboró más de 1400 proyectos y se construyeron casi 900.
La exposición nos comienza hablando de su infancia y juventud, que son claves para entender sus obras. Nos enseña fotografías de su vida, y nos cuenta cómo la Guerra Civil influyó en su arquitectura. Félix Candela nació en Madrid en 1910, donde cursó sus estudios de arquitectura (donde encontró su vocación: el diseño y el cálculo estructural), pero cuando estalló la guerra se instaló en el ejército y participó en algunas de las batallas del bando republicano.
Finalizada la guerra, se marchó a la ciudad de México, y en 1941 obtiene la nacionalidad mexicana. A partir de aquí vemos sus obras más impresionantes, todas de la arquitectura religiosa. A continuación veremos algunas de ellas, porque me interesa que veáis, sobre todo, las fotografías, y podáis captar la dificultad de sus obras.
Iglesia de la Virgen de la Medalla Milagrosa: se trata de una iglesia de hormigón armado, porque era el material de esta época por excelencia. La función estructural y  la expresión interna dependían exclusivamente de la forma. Podemos ver de esta obra tanto paneles con fotografías a color, en la pared de exposición, como marcos antiguos con fotografías originales en blanco y negro, así como los planos con los alzados y plantas hechos a mano, y una espectacular maqueta metálica.
Capilla de San Vicente de Paul: se trata de un edificio con una cubierta espectacular. Candela se inspiró en la toca de las monjas de la congregación de San Vicente de Paul para hacerla. Además, tiene una vidriera enorme y muy colorida. De esta forma vemos un toque de modernidad en un edificio destinado a una función religiosa. Incluso se llegó a publicar una colección de sombreros para mujer inspirados en las obras de Félix Candela, donde esta capilla fue la más destacable.
Parroquia de San Antonio de las Huertas: esta parroquia destaca por su nave cubierta con tres bóvedas de arista con paraboloides hiperbólicos que generan un gran espacio interior. Son formas curvas muy elevadas, poco convencionales, y raramente asociadas a edificios religiosos. También podemos ver dibujos con mucho detalle del cálculo de la estructura, dimensionamiento de las cúpulas, etc.

Iglesia San José Obrero: esta obra se desarrolla con el mismo patrón que las anteriores: con formas muy elevadas, triangulares, y de colores claros (hormigón). Además, es muy parecida a la que veremos a continuación.
Capilla de nuestra Señora de la Soledad “El Altillo”: con una parte más elevada que el resto y forma triangular puntiaguda, así como una vidriera en las mismas tonalidades que en la iglesia que hemos visto antes, define perfectamente que se trata de un edificio de Félix Candela. Sin embargo, todo lo espectacular que tienen las fotografías, carece en la maqueta, que puesto que está hecha con un material difícil de trabajar (hierro) el detalle de la misma se reduce, creándose formas más simplificadas.
Capilla de Palmira: esta capilla es un poco más diferente a las anteriores. Abandona las formas triangulares y puntiagudas de las anteriores para pasar a las curvas. Félix Candela supo sacarle jugo al potencial escultórico de sus cascarones. Este es el mejor ejemplo que nos lo enseña: se trata de un espacio diáfano, sin apoyos verticales ni columnas que estorben la visibilidad, algo relevante para una iglesia. Me impresiona sobre todo la fotografía de su construcción, donde vemos cómo está colocada la estructura de madera que servirá de soporte de la cubierta, aún sin quitar el apuntalamiento. Esta fue la estructura de paraboloide hiperbólico de mayor dimensión que se había construido hasta la fecha.
                     

Aquí empieza una etapa que comprende desde 1939 a 1949, cuando Candela obtiene la segunda nacionalidad, e inicia una década inestable e intensa. Unos años duros donde tiene algunas decepciones profesionales. Podemos ver incluso algunas fotografías de su vida de esta época en la exposición. Sin embargo, continúa con sus obras, como:
Iglesia de Santa Mónica: se caracteriza por una potente columna de fuste inclinada que sostiene diferentes superficies curvas (paraboloides hiperbólicos mixtos), de bordes rectos y bordes curvos, que conforman la cubierta. Hasta ahora, Félix Candela había trabajado con Fernández Carmona y Enrique de la Mora. En esta iglesia prescinden de este último.



Lo que más me llama la atención de la exposición son los planos y croquis con anotaciones a mano, originales del arquitecto. Tienen un montón de números con sus comentarios de cálculo estructural.  Todo esto lo vemos en tres mesas acristaladas con proyectos sobre papel, incluso axonometrías a color. Sin embargo, y a pesar de los impresionantes que son, solo se quedaron en proyectos, sin llegar  a ser ejecutados.

Al llegar al final de la sala, vemos un video donde aparece el arquitecto Juan Antonio Tonda Magallón explicándonos la obra de Félix Candela. A los lados de este video, encontramos dos pantallas con videos de dibujos de mallas regladas que nos explican conceptualmente las formas de las cubiertas. En una animación en 3D vamos recreando sus edificios.
En la otra parte de la exposición, situada enfrente de la zona que hemos explicado ya, veremos algún edificio religioso más, y sus edificios civiles. Pero la primera parte consta de una serie de espectaculares fotografías en blanco y negro de sus edificios. Podemos captar en ellas formas simétricas, curvas infinitas, formas triangulares y puntiagudas, elementos que parece que nunca acaban… Todo esto define la obra de Félix Candela, bajo mi punto de vista. También hay fotografías del proceso de construcción como la que hemos enseñado anteriormente.
A continuación, algunos más de sus edificios:
Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe: Por fin encontramos una obra hecha en España, dado que el origen de este arquitecto es español. Se trata de una catedral situada en Madrid, de la cual Candela diseñó e hizo los cálculos para la cubierta. Sin embargo, y es lo que más me sorprendió, no quiso viajar a España para supervisar las obras, pues se mostraba reticente a volver mientras Franco siguiera en el poder, dado que se hizo republicano tras estallar la Guerra Civil. Esta cubierta estaba formada por ocho paraboloides hiperbólicos de sólo cuatro centímetros de espesor.
Dejamos las obras religiosas y pasamos a las civiles. Todas las construcciones de Candela se basaban en tres premisas: economía, sencillez en el cálculo, y flexibilidad. Y para que se cumplieran las tres, trabajaba con una forma geométrica peculiar: el paraboloide hiperbólico, conocido popularmente como cascarón. Los factores que influyeron en el apogeo de estos fueron sus características técnicas y constructivas, que los hacían económicamente muy ventajosos, y sus cualidades estéticas, que hicieron que conozcamos a Candela como “el mago de los cascarones”.
Sus obras civiles, después de ver las religiosas, me parecen mucho menos impresionantes. Aun así, me gustaría que vierais algunas de ellas:
Paraguas para uso industrial: consiste en una estructura formada por una columna central en la que convergen cuatro segmentos de paraboloides hiperbólicos. Cada elemento podía cubrir más de 200 metros cuadrados. Por lo que su construcción sucesiva e independiente podía cubrir grandes espacios con facilidad. Por eso fueron utilizados para levantar naves industriales.
Ya adaptado al nuevo país, y con el objetivo de especializarse en la construcción de estructuras laminares de hormigón, fundó Cubiertas Ala en 1951. Así, sus construcciones fueron adquiriendo una reconocida fama mundial. Entre estas obras estaban:
Cabaret La Jacaranda (Hotel presidente)

Restaurante los manantiales, que recuerda mucho al oceanografic

Pero tras 20 años de éxito, los cascarones de hormigón dejan de ser rentables. A finales de los años 60, el encarecimiento de la mano de obra y la rigidez de las normas de seguridad complican este tipo de construcción. Félix Candela decide emigrar a Estados Unidos como profesor de universidad, más centrado en la docencia. Una vez instaurada la democracia decide regresar a España, y en Valencia realiza su última obra. Santiago Calatrava le invita a participar en el parque de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y le pide propuestas para cubrir el restaurante y el edificio de acceso al parque.
Candela murió cuando trabajaba en el proyecto, y aunque en el segundo no tuvo ninguna participación, se ve claramente que sigue si estela. Incluso Calatrava afirma que algunas de sus obras están hechas en admiración a los trabajo de Candela.

En conclusión, se trata de una exposición de obras arquitectónicas de Félix Candela, que conocemos por su última aportación a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Sus obras, en su gran mayoría religiosas, se basan en paraboloides hiperbólicos, comúnmente conocidos como cascarones. Sin embargo, por el encarecimiento y el aumento de dificultad de estas estructuras con el paso de los años, abandona ligeramente su empleo.
Os recomiendo sin duda que vayáis a verla, más aún estudiando arquitectura, dado que siempre os puede servir como referente. Esta exposición se encuentra hasta el 2 de enero del 2011.


Publicado por: Broadway Boogie Woogie

1 comentario:

  1. La he visto esta mañana y me ha gustado mucho. Me han impresionado los planos y, sobre todo, las fotografías de la construcción de algunas de sus cubiertas. Son espectaculares. Tienes razón, es muy recomendable.

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