miércoles, 20 de octubre de 2010

LA GRANDE FÊTE. HAN HOOGERBRUGGE

SALA PARPALLÓ (VALENCIA).  14.10.10

El pasado 14 de octubre asistí a la exposición ‘La Grande Fête’, de Han Hoogerbrugge. Realmente me impactó, por la cantidad de aspectos de la vida cotidiana en clave de humor, a los que se refiere Hoogerbrugge.
Este diseñador gráfico y animador, es conocido por ser pionero en animación de red, y es algo que queda claro al visitar esta exposición.
La Gran Fête consistía en una serie de viñetas cómicas, que además son interactivas (hecho que invita al espectador a participar de forma activa en la exposición, para que el mensaje llegue mejor, ya que debes prestar una atención añadida), en las que una serie de personajes retratan obsesiones humanas de hoy en día. Todos estos personajes, tienen unas características comunes: llevan traje negro (la mayoría) y poseen una personalidad un tanto misteriosa, compleja y humorística.
¿Qué mensaje nos quiere transmitir el diseñador? Considero que cualquiera que vaya a visitarlo nos sabría dar la respuesta óptima, ya que la finalidad de la exposición es muy clara: nos intenta mostrar casos de la vida cotidiana actual y universal del ser humano, la sociedad y la cultura que obviamente, nos condicionan.
¿Cuál es la manera de transmitirlo? En diferentes salas, hay una gran pantalla donde tú mismo presionas un botón e inmediatamente un bucle de imágenes (esquemáticas, sugerentes, dinámicas e inteligentes), van apareciendo para sorprenderte, y hacerte pasar un buen rato, mientras observas con humor la sociedad actual y su cultura.
La exposición, nos refleja en concreto nueve personajes que han decidido crear su propia realidad (lo que el autor llama La Gran Fiesta, y que da nombre a la exposición), para evadir la propia. Estos nueve personajes los vas conociendo al entrar en ocho habitáculos distintos, que recorres en zig-zag, en los cuales se encuentra la pantalla interactiva que te hará reír, participar, observar detenidamente, engancharte a estos personajes e incluso sentirte irremediablemente identificado.
Sólo entras ya presionas un botón, que hace que el hombre que se encuentra en la pantalla, que es el propio autor según he leído,  muera ahogado por una soga. Da que pensar, ¿verdad? Es una metáfora de tener que vivir con la soga al cuello siempre. Este personaje nos campaña en todo el recorrido.
Las dos primeras habitaciones (en las que aparece un niño fumando, y una niña con cara de demonio) tratan la inocencia perdida,

las dos segundas (un obeso con huesos de hamburguesa, y un hombre realizando ejercicio con una pelota gigante) critican el culto al cuerpo y la obsesión por estar delgados,

las dos siguientes nos muestran el deseo (mediante un hombre con sujetador y bragas) y la muerte (mediante unas calaveras que se ríen del espectador).
Las dos últimas, representadas por un simio con traje y unos personajes danzando, os dejo que seáis vosotros quienes saquéis vuestras propias conclusiones, como yo he hecho con las anteriores, para ver si opináis lo mismo que yo.

Me ha encantado esta exposición, y la considero muy recomendable, sobretodo para los jóvenes como yo, porque creo que no es la típica aburrida, sino que al ser interactiva incita a la participación; y ya no sólo la recomiendo por eso, sino por el mensaje claro que te deja totalmente impactado, ¿deseamos vivir, realmente, el mundo caótico y ajeno a las reglas de la lógica que nos muestra Hoogerbrugge?


Publicado por: LAVENUS

1 comentario:

  1. Me ha encantado lo de "la típica aburrida" exposición. Me habían hablado de ésta por su carácter interactivo. Celebro que disfrutaras con ella.

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