La exposición monográfica del arquitecto Ramón Esteve en el Instituto de Arte Moderno (IVAM) me dejó realmente asombrada, no sólo por la calidad y grandiosidad de sus proyectos, sino por cómo está estructurada la en sí, todo tiene su lugar y su sentido.
Al entrar se aprecian dos grandes bandas a dos lados separadas en el centro por los restos de la gran muralla y al fondo una pantalla en la que se van proyectando imágenes. A ambos lados van apareciendo proyectos, planos, bocetos y fotografías iluminadas sobre un fondo negro, lo que las hace destacar. A su vez, estas dos bandas están estructuradas en cuatro grandes áreas, la primera que te recibe es la del Estudio, donde te ubica en el tiempo y espacio de la exposición con una presentación del arquitecto con un resumen cronológico de veinte años de trayectoria. A medida que seguimos avanzando, aparece una nueva área, la de Arquitectura, que nos sumerge en el universo creativo de Esteve, todo este camino está acompañado de maquetas de todos sus proyectos, a un lado están los proyectos de índole pública, como colegios, palacios de congresos, hospitales y edificios públicos varios. En todos ellos predomina un empleo del color muy peculiar, el cual combina y sabe tratar a la perfección con la luz, lo que consigue un juego de luces y sombras muy agradable para colegios, por ejemplo. Lo que más me llamó la atención a nivel personal de todos estos proyectos era que la gran mayoría los conozco, incluso los veo a diario, como es el edificio de oficinas de la calle ruzafa, pero desconocía totalmente que fueran de Ramón Esteve. Una vez llegados al final de este pasillo llegamos a una zona en la que aparece una fila de cinco maquetas realizadas en metacrilato de futuros proyectos de concursos. Cada una de estas maquetas está iluminada en un color, lo que recuerda casi a la sella de identidad de este arquitecto como es el tratamiento el color. Estas maquetas están acompañadas de proyecciones de vídeo en la que explica los proyectos. Para proseguir con la exposición avanzamos en contra dirección a la que hemos ido; en esta segunda banda encontramos la tercera área, la del Diseño, en la que se muestran algunos muebles más destacados de la trayectoria de este polifacético artista tanto en fotos como físicamente. Este aspecto de Ramón Esteve me volvió a sorprender, ya que muchos de sus muebles ya los había visto con anterioridad en revistas, pues son piezas de una colección de una firma de muebles importante, y que, personalmente, me encanta. Finalmente, le sigue a estos diseños los proyectos de viviendas privadas realizadas por el arquitecto en las que predomina como material la piedra caliza de san Vicente. En estas casas juega con la integración de esta misma en el paisaje mediante los materiales y los grandes ventanales. Casi acabando la exposición me llevé la mayor sorpresa de todas las que me había llevado a medida que iba avanzando por la exposición y es que una de sus viviendas apareció en un programa de televisión dedicado a casas peculiares y dignas de enseñar, llamado Quién vive ahí, programa que, por cierto, os recomiendo. El último aspecto que me gustaría destacar es el sutil empleo de la iluminación, ésta parece escasa, pero está astutamente colocada en los lugares en los que tiene q estar destacando lo que se quiere.
Llegados al final de la exposición, las conclusiones que extraigo de ella es que desconocemos grandes arquitectos que son más cercanos a nosotros de lo que parece y que la mayoría de viviendas y de espacios que vives en tu día a día no le damos importancia de quién lo habrá realizado. Personalmente, me he llevado una gran sorpresa descubriendo las obras de Ramón Esteve y se puede convertir en un nuevo referente para mi.
Mientras veía la exposición recordé un episodio de una conocida serie de televisión que vi hace algún tiempo, a los que también hayais visto la exposición os sonará la casa.
Firmado por: laniñadelaperla
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